Ganadería con conservación de especies en extinción.

Una estancia correntina aplica un plan productivo que permite el desarrollo de la ganadería con la conservación de las especies en extinción como el venado de las Pampas.

La Estancia María Concepción, ubicada entre los arroyos Aguapey y Ayuí, en la provincia de Corrientes, aplica un plan productivo que combina la producción ganadera con la protección de la vida silvestre.  En esos campos, que administra Establecimiento Las Marías, se hace la cría de hacienda general –de la raza Brangus Colorado- y se preservan cerca de 20 especies de aves y algunos mamíferos en serio riesgo de extinción como el venado de las Pampas.

El proyecto es co-ejecutado por Aves Argentinas y Fundación Vida Silvestre Argentina para producir y conservar en territorios de pastizales desde 2010.

“El inicio del trabajo fue sencillo debido a que las prácticas recomendadas por Aves Argentinas en el marco de la iniciativa Alianza del Pastizal no difieren mucho del sistema que se aplica desde hace unos años.

De todos modos, el convenio nos hizo tomar conciencia del valor que tiene la diversidad de aves de esta zona”, explica Víctor Navajas, responsable de producción de la Estancia María Concepción.

La propuesta del proyecto formalmente denominado “Pastizales y Sabanas del Cono Sur de Sudamérica: iniciativas para su conservación en Argentina”, aplica buenas prácticas de manejo de producción en cuatro sitios piloto: Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes para demostrar que es posible la coexistencia de la producción ganadera y la vida silvestre.

Es financiado por el Banco Mundial, más el asesoramiento de la Administración de Parques Nacionales (APN), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA); y el trabajo se inscribe en la iniciativa llamada “Alianza del Pastizal”.

Según el coordinador de la Unidad de Manejo del Proyecto Gustavo Marino: "El pastizal es una de las pocas actividades agropecuarias que permite integrar la producción con la conservación. “Uno puede producir carne y al mismo tiempo mantener poblaciones del Venado de las Pampas, el Tordo Amarillo y otras especies que están al borde de la extinción”.

Método

En primer lugar se pobló el campo con hacienda de buena calidad, un rodeo fértil con buena adaptación, en este caso la raza es el Brangus Colorado que se cría en esa zona hace más de 30 años.

Para el proyecto es fundamental evitar la sobrecarga de los potreros, se trabaja con  un pequeño excedente de pasto privilegiando la productividad individual, es decir que en ciertas épocas del año cada una de las madres tiene disponible un poco más de lo que puede consumir.

Navajas agrega: “ese excedente termina convirtiéndose en paja con casi nulo valor nutricional. Usamos el fuego para controlar el excedente y este es otro de los puntos clave. Hay que tener en cuenta las condiciones climáticas, la humedad del suelo y sobre todo la rotación de las áreas, por lo general transcurren un año y medio hasta que un lote vuelve a ser quemado. Las áreas siempre son pequeñas fracciones del potrero en cuestión, esto genera un escalonamiento y una suerte de pastoreo rotativo dentro de los potreros”.

En toda la zona de la Estancia Concepción ya se pueden ver ejemplares de aves más amenazadas como Cachilo de antifaz, Capuchino Castaño, Corona Gris y Pecho Blanco, Coludo Chico y Grande, Monjita Dominica, Pecho Amarillo, Tordo Amarillo y Yetapá de Collar y también de Venados de las Pampas y Aguará Guazú, dos mamíferos emblemáticos que actualmente están en  peligro de extinción.

En ese sentido, Gustavo Marino alerta que “es urgente lograr escala en este proyecto debido a la pérdida de hábitat asociada con el avance de la forestación en áreas de alto valor para la conservación como Aguapey e Iberá”.

Fuente: www.laargentinaadiario.com.ar



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