Enfermedad del tracto urinario felino (FLUTD)

El término anglosajón FLUTD (Feline urinary Tract Disease) se refiere a la enfermedad inflamatoria de las vías urinarias bajas de los gatos y describe todo un conjunto de condiciones patológicas que las afecta. AUTOR: Jordi Giné Puiggròs. Hospital Món Veterinari. Escaldes-Engordany. Principado de Andorra www.monveterinari.com

Por desgracia, y debido a que el tracto urinario responde a cualquier insulto prácticamente siempre de la misma manera, los signos clínicos raramente resultarán patognomónicos de una patología particular.

OBJETIVOS PRESENTACIÓN

Reconocer la importancia e incidencia del Flutd en la clínica diaria de pequeños animales.Categorizar de forma eficaz los casos de Flutd en función de su presentación clínica, analizando en cada categoría sus causas más probables.Realzar el carácter multimodal del manejo del Flutd

PUNTOS CLAVE A RECORDAR DEL FLUTD

La micción en lugares inadecuados suele ser el síntoma principal de motivo a consulta de una gato con problemas de vías bajasLa causa más común de Flutd es la cistitis idiopática o iflutd, presentándose alrededor del 60% de los gatos con fluid.Las infecciones urinarias o UTI raramente se diagnostican en gatos jóvenes-adultos, en cambio suele ser más frecuentes en felinos de edad avanzada, en aquellos que presentan de forma concomitante IRC y en aquellos en los que se les ha efectuado una cateterización uretral o una uretrostomía perineal.Se ha identificado toda una serie de “factores de riesgo” desencadenantes o que predisponen a un gato a sufrir un Flutd, aunque se necesitarán muchos más estudios para demostrar una relación causa-efecto.

IMPORTANCIA del FLUTD en la clínica diaria

La enfermedad inflamatoria de las vías bajas felinas es un proceso que se presenta de manera relativamente frecuente en nuestros centros veterinarios y que a medida que se ha ido categorizando de manera más correcta el ratio de presentación durante estos últimos años podríamos decir que ha ido in crescendo.

Varios estudios estadísticos estadounidenses presentaron, entre los años 1975 y 1984, una morbilidad de entre el 0.5% y el 1.26%. En 1995 estos valores de morbilidad ya habían ascendido al 4.6%. Otros estudios revelaron que entre los años 1980 y 1997entre un 7-8% de los gatos se presentaron a consulta por inflamación de las vías urinarias bajas. En nuestro centro veterinario del principado de Andorra, una estadística retrospectiva entre los años 2002-2008 demuestra una prevalencia de alrededor de un 1.5 - 2% de los gatos evaluados.

CATEGORIZACIÓN del FLUTD en base a su presentación clínica

Con el fin de realizar una anamnesis eficiente, obtener los mejores datos de una exploración clínica, llevar a cabo unos correctos y justificados tests diagnósticos, y elegir la terapia más idónea, debemos categorizar el Flutd en cuatro presentaciones principales:

· PERIURIA-DISURIA NO OBSTRUCTIVA· DISURIA OBSTRUCTIVA· PERIURIA COMPORTAMENTAL con o sin hematuria· INCONTINENCIA URINARIA

A menudo, la información obtenida en la exploración iniciales suficiente para realizar esta categorización. Por otro lado, también debemos tener en cuenta que podrían coexistir dos o más presentaciones en el mismo paciente y al mismo tiempo.

Las dos causas más importantes de Periruria-Disuria No-Obstructiva en gatos de hasta 7 años de edad son los urolitos y la cistitis idiopática. Felinos de edad inferior a 1 año es más probable que presenten urolitos o alteraciones anatómicas que no cistitis idiopática felina. En gatos de edad superior a 10 años hay una aumento de la prevalencia de casos de infecciones de tracto urinario y de neoplasias en las vías bajas.

La Disuria Obstructiva normalmente es el resultado de una obstrucción uretral intraluminal. Otras causas de disuria obstructiva, ya menos frecuentes, serían las obstrucciones intramurales como por ejemplo las estructuras uretrales, o bien las compresiones extraluminales de la uretra. Antes de la realización de cualquier desobstrucción bajo anestesia general convendría realizar un chequeo del estado de salud del animal y descartar la presencia de cualquier disfunción renal y/o metabólica. En función de la severidad de una disfunción renal en el momento de presentación del animal, resulta fundamental la estabilización cardiovascular del mismo, así como la realización de una cistocentesis descompresiva antes de realizar otras pruebas de tipo diagnóstico o antes de la realización de la anteriormente citada desobstrucción uretral bajo anestesia general. Es importante tener en cuenta la palpación vesical de cualquier gato que se presente a la clínica con cualquier crisis médica (disnea, shock, colapso…).

El reconocimiento de una Periuria Comportamental con signos de Flutd es importante porque su manejo exitoso requiere de la terapia de, no una, sino de dos enfermedades. Por ejemplo, en un hogar con múltiples gatos, una periuria comportamental puede no ser reconocida hasta que el gato “ofendido” desarrolla una hematuria consecuencia de una urolitiasis. Por el contrario, un gato que debido a unos urolitos presenta dolor a la micción puede desarrollar una aversión concomitante a la bandeja urinaria y esto traducirse en una micción en lugares inadecuados incluso una vez solucionado el problema de la urolitiasis. El reconocimiento de una periuria comportamental requiere de una anamnesis profunda y de una revisión no sólo de la condición médica, sino del entorno del animal.

La incontinencia urinaria es de presentación poco frecuente en los gatos y es importante el realizar un buen examen neurológico si se sospecha de tal condición clínica.

Manejo multimodal del FLUTD

Estadísticamente, las dos causas más frecuentes de Flutd son la Cistitis Idiopática felina (enunciada por multitud de nombres, idiomas y siglas: FIC, iFLUTD, Cistitis idiopática felina, Cistitis Intersticial, Cistitis Idiopática…) que representa cerca del 60 % de los gatos afectados y los urolitos (básicamente estruvita y oxalato cálcico) que representa cerca del 20% de los gatos afectados. Ambas patologías están categorizadas principalmente bajo la presentación clínica de Periuria-Disuria no –obstructiva, aunque en el caso de cálculos de pequeño diámetro puede complicarse con un cuadro obstructivo uretral intraluminal.

Por lo que respecta a la urolitiasis, desde el punto de vista epidemiológico, ha habido en los últimos 20 años, básicamente por cuestiones de manejo médico-nutricional, dos virajes cualitativos en cuanto a su composición. Así, hasta principios de los noventa predominaban los cálculos de estruvita, formados esencialmente en entornos urinarios básicos. Su manejo médico-nutricional llevo a que la tendencia a partir de mediados de los años 90 fuera de predominio de los cálculos de oxalatos. Nuevos manejos médico-nutricionales han llevado a la situación actual de equidad entre unos y otros.

Los objetivos básicos para el manejo médico de los urolitos son promover su disolución y prevenir la recurrencia, y esto se consigue mediante:

Reduciendo la cantidad de cristaloides calculogénicos excretados por la orinaIncrementando la solubilidad de los cristaloides en orinaIncrementando el volumen de orina que contiene dichos cristaloides

Respecto a la Cistitis Idiopática Felina (que recordemos el la causa de casi 2/3 gatos con cistitis inflamatoria) su manejo radica básicamente en el entendimiento de su fisiopatología y en el tener en cuenta de que, a pesar de la múltiples hipótesis vertidas estos últimos años sobre su origen o causa, debemos entender que suele manifestarse cuando “un gato susceptible se introduce en un entorno provocador”. Estos gatos susceptibles, ante situaciones de estrés continuado y repetitivo desarrollan una inflamación neurógena de la vejiga responsable de los signos clínicos miccionales.

El tratamiento básico del CIF, que no tiene cura pero que puede llegar a controlarse, incluye:

Reducción del estrésModificación de la dietaTratamiento farmacológico

De ahí que el manejo básicamente sea multimodal ya que intervendría la medicina, la nutrición y la etología.

Respecto a la reducción del estrés, la modificación ambiental multimodal (MEMO) constituye una terapia complementaria prometedora para los gatos con CIF. Esta modificación ambiental multimodal se basa en la atención a cinco puntos claves: bebederos, comederos, bandejas sanitarias, lugares de descanso y puntos de entrada/salida del territorio.

Respecto a la dieta del gato actualmente se cree que el factor más importante en la reducción de los signos de las molestias en la vejiga es la frecuencia en consumo de agua. El objetivo de un manejo dietético es la generación de una orina menos concentrada que aumente la frecuencia de micciónn y proporcione un efecto de dilución para elementos calculogénicos o urotelio-perjudiciales.

En lugar de modificar un contenido cualitativo de dieta seca es recomendable ofrecer al animal una dieta húmeda. Debido a qyue no todos los gatos comen dietas húmedas se han elaborado una serie de dietas en forma húmeda y seca que pueden generar un incremento en el consumo de agua. Hay varios mecanismos para conseguir este objetivo, y uno de ellos es el añadir una combinación de citrato de potasio, dosis extra de vitamina B6, ácidos grasos omega-3 y 6, vitamina E y betacarotenos (Hill’s c/d Multicare). Esta dieta puede reducir de manera eficaz la densidad urinaria y la supersaturación relativa, y así disminuir la inflamación de la vejiga de los gatos con Cistitis Idiopática

Por último, desde el punto de vista farmacológico, pueden utilizarse varios tipos de fármacos, desde antiespasmódicos y analgésicos hasta suplementos de glucosaminoglicanos y antidepresivos tricíclicos.

EN DEFINITIVA

A pesar de cual sea la causa, el FLUTD se caracteriza por signos clínicos similares que incluyen hematuria, polaquiuria, disuria, estranguria y/o periuria. Aproximandamente el 60% de los gatos afectados presentan cistitis idiopática ya que no ha podido determinarse una causa clara subyacente. La siguiente causa más frecuente de Flutd son las urolitiasis y tapones uretrales, pudiendo provocar ambas cuadros de obstrucción uretral intraluminal. Causas ya menos frecuentes de FLUTD son desórdenes comportamentales, infecciones de tracto urinario, alteraciones o defectos anatómicos y neoplasias. Los desórdenes comportamentales deberían ser considerados una vez cualquier causa orgánica haya sido eliminada o descartada. Se han identificado varios factores de riesgo (genéticos, nutricionales, entorno…) que podrían actuar como desencadenantes, adyuvantes o perpetuantes en esta patología multifactorial. A pesar de los esfuerzos realizados durante estos últimos años en el entendimiento de esta patología, se requieren todavía mas estudios continuados para definir su manejo ideal.

Fuente: www.amvepa.org.py



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