El sociólogo mexicano y especialista en Didáctica, Ángel Díaz Barriga, encabezó una conferencia en la Facultad de Ciencias Sociales. Allí criticó el avance de los autores sajones en América latina: “Los Estados Unidos han tomado un papel hegemónico y más activo en la región” sostuvo, y remarcó que la adopción de un modelo educativo con rasgos científicos extranjeros permitió la adecuación a la lógica industrial de los modelos pedagógicos.
El doctor en pedagogía Ángel Díaz Barriga brindó una clase magistral, en la cual analizó la realidad histórica de la didáctica y de los currículos en los niveles básico, secundario y universitario. Sostuvo que “los sistemas de calidad educativa garantizan que el gasto educativo sea mejor y más justo”.
El currículo se define como el campo que permite diagramar los planes de educación a nivel nacional. Esta disciplina entra en conflicto directo con la didáctica, que hace hincapié en los contenidos que el maestro dicta y cómo éstos llegan a los estudiantes. Díaz Barriga expresó que “la disciplina didáctica ayuda a pensar en la relación que hay entre maestro y alumno, mientras que el currículo plantea una educación desde el punto de vista de la lógica productiva de una fábrica, donde hay un horario de entrada, uno de salida y una distribución muy clara sobre la tarea que le corresponde a cada uno”, y agregó: “Hoy en día las escuelas latinas no podrían funcionar si no tuvieran un orden de este tipo, por lo que la teoría curricular es eficientista”.
Por otra parte se encuentran los currículos científicos. Estos son una variación de los currículos normales, los cuales permiten crear elementos que ayudan a dar cuenta de las necesidades económicas y profesionales de un país. Gracias a ellos se puede ver cuán amplio es un mercado laboral determinado, además de poder demostrar cuáles son las demandas laborales de una Nación.
El problema surge cuando los países centrales internacionalizan y exportan su propio currículo. El pedagogo denunció que “los Estados Unidos han tomado un papel hegemónico y más activo en la región de América latina. El tema curricular fue llevado a gran escala, permitiéndoles mantener un modelo educativo que tuviera rasgos científicos y modernos propios de ellos”.
La implementación de un sistema curricular extranjero produjo un avance de los autores sajones por sobre los latinos y permitió que los modelos pedagógicos se adapten a una lógica industrial. “Esta realidad obliga a imponer modelos pragmáticos donde se persiguen sólo competencias, los profesores preparan las clases pensando en los contenidos y dejan de lado objetivos de comportamiento”, aseveró el especialista.
En América latina hubo diferentes reacciones respecto de la temática curricular. Díaz Barriga enunció que “por un lado están los países de incorporación temprana, en segundo lugar los países de incorporación tardía y, por último los de incorporación mixta”. En el primer caso entran países como Chile o Argentina, en los cuales ya en la década del sesenta se utilizaban textos sajones y donde se permitió implantar la teoría del planeamiento educacional norteamericano debido a que la didáctica era débil. El segundo caso marca a los países de incorporación tardía como son México y Uruguay, donde el proyecto curricular sólo se implanta en la educación primaria y el debate curricular se ve marginado. Por último están los casos mixtos de República Dominicana o Venezuela, donde el currículo se incorporó en forma tardía, pero se ha buscado una reforma del sistema educativo, con un movimiento estudiantil fuerte y la incorporación de autores tanto sajones como marxistas.
Díaz Barriga propuso diferentes soluciones para contrarrestar el avance de currículos extranjeros. Entre los casos más resonantes, se pueden tomar como ejemplo tres países: México donde se ha creado un marco de referencia para averiguar qué profesionales necesita el país; Colombia donde el gobierno realiza un examen de ingreso con un puntaje determinado, si ese puntaje supera la media nacional, el estudiante recibe una bonificación económica; y por ultimo Brasil, donde hay una dinámica curricular muy fuerte, dado que es el único país que toma el currículo como una expresión de política cultural e impone exámenes a gran escala que permiten darle una mejor orientación al trabajo de los docentes.
Fuente: http://argentinainvestiga.edu.ar
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