Indigestiones Almidonosas Agudas por Excesiva Ingesta de Granos Molidos

Sinonimia: Intoxicación Almidonósica o Lactocidósica. AUTOR: Dr. Cursack, Horacio Alberto

Cómo surgió el tema:

Hace unos pocos años, algunos veterinarios de campo relacionados con nuestra empresa, vehiculizaron a través de uno de nuestros visitadores, su observación de que el Antitoxil era eficaz para detener las diarreas de la enfermedad del título. Preguntaban si ese uso era correcto y por qué les daba tan buen resultado. Les contesté que yo desconocía ambas respuestas.

Pero “la pelota quedó picando” en mi mente. Y poco después, en la extensa revisión bibliográfica de actualización efectuada por el colega Diego Díaz, apareció la respuesta analítica y técnica que respaldaba científicamente el empírico e interesante hallazgo.

A qué se debe el problema:

Por el avance tecnológico, o por la sequía, o por la escasez de forraje voluminoso (pastoreo, heno, fibra, etc.), o por el incremento de la capacidad productiva de carne o leche de los vacunos, el consumo de alimentos concentrados, balanceados, o directamente granos molidos, es cada vez mayor. A veces con un cambio brusco en la oferta de los voluminosos a los concentrados, y otras veces por glotonería.

Todo esto da origen a la también llamada intoxicación almidonosa, que hace que ciertas bacterias del rumen proliferen exponencialmente y sean las responsables de una masiva producción de ácido láctico, sumamente corrosivo y dañino.

Dónde surgió la respuesta:

En las páginas 22 y 23 de la sección “Revisión de Literatura” del artículo titulado: “Evaluación fisiológica y nutricional de los taninos… (etc.)” de los autores Latorre Ramírez, S.J. y Calderón Araque, C.A. publicada por la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Regional 7, Bucaramanga 1998, los autores explican que:

"Los taninos son atrapantes, entre otras macromoléculas, de las del almidón de los granos de forraje concentrado, así como también de las de las amilasas bacterianas del rumen que hidrolizan o degradan a los almidones hasta ácido láctico. También tendrían un efecto bacteriolítico."

Desarrollo del Problema y su tratamiento:

Establecida la sobrecarga almidonosa e iniciado el proceso de acidificación y el bajo pH favorable a la amilasa, este se retroalimenta constituyendo entonces un círculo vicioso que incremente el desarrollo de la lactacidosis ruminal y sus secuelas: diarrea profusa, amarillenta, con fuerte olor a “suero de leche ácido”, congestión de todo el tubo digestivo y deshidratación, a veces acompañada o precedida de decúbito por laminitis (infosura).

Es por todo ello, que además del tratamiento inmediato y clásico de neutralización del ácido láctico ruminal con bicarbonato de sodio, resulta entonces necesario “parar la fábrica de ácido”, atrapando y desactivando a las macromoléculas del almidón, de las amilasas, y aún a las bacterias responsables de estas últimas con Antitoxil.

No por nada se suele denominar también a este problema como Intoxicación Almidonosa Aguda, o Intoxicación Lactacidósica.

Fuente:  http://www.allignanihnos.com.ar/nuevousoantitoxil.html   



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