La mujer en la ciencia

La aplicación de los adelantos de la ciencia y la técnica para mejorar el ganado vacuno, ha constituido un tema de recurrente debate entre investigadores y dirigentes de la suroriental provincia de Granma, Cuba, desde hace varios años, en diferentes escenarios.

Sin embargo, proyectos con resultados positivos, mostrados en el terreno, permanecen engavetados o no se aplican de forma acertada, unas veces por falta de recursos y otras debido a la apatía de algunos responsables de implementar lo nuevo.Vencer esos obstáculos ha constituido un gran desafío para la doctora en Ciencias Veterinarias María Isabel Viamontes Garcés, durante su incursión en el incremento y rescate de la vaca Criolla cubana, lo que contribuiría a elevar las producciones locales de carne y leche.

La investigación, apoyada por otros investigadores granmenses, se denomina Sistema integrado de manejo para acrecentar la productividad en vacas de la raza Criolla cubana, genotipo de altas potencialidades.
"El criollo es un ganado que, a diferencia de otras especies importadas de países europeos como el Holstein, Jersey, Brown Swiss, ha demostrado superiores rendimientos, debido a su resistencia y mejor adaptación a las condiciones climáticas tropicales de nuestra región", destaca María Isabel.
"Además, es menos vulnerable a las enfermedades, alta fertilidad, buena habilidad materna, es decir, las posibilidades de que el ternero muera al nacer son ínfimas, y longevidad", refiere esa destacada trabajadora del Instituto de investigaciones agropecuarias Jorge Dimitrov, de Bayamo.

GÉNESIS
"Asumí el estudio porque a inicios del proyecto cerca de una década atrás, el criollo constituía un genofondo amenazado por la poca existencia de ejemplares, introducción de nuevas razas y el cruce indiscriminado con ellas, especialmente con el cebú," explica.
"Los estudios básicos revelaron un intervalo parto-parto mayor a los 460 días, por deficiente alimentación e inadecuados manejos reproductivos y amamantamiento.
"Tales problemas limitaban la eficiencia reproductiva de esta raza bovina, la más antigua de cuantas habitan los campos del archipiélago (alrededor de 500 años).
"Esa situación fue revertida mediante la mejoría de la base alimentaria con el empleo de un sistema basado en pastos," narra Viamonte, orgullosa de su trabajo.
A partir de entonces aplicaron el acuartonamiento, alternativa que permitió optimizar y manejar correctamente el alimento y asegurar determinadas cantidades, incluso, para el período de sequía.
La siembra de variedades de pastos como los pennisetum, resistentes a la salinidad de los suelos, y el cultivo de la caña, al igual que la modificación de algunas tecnologías reproductivas, en cuanto a la inseminación artificial, el manejo adecuado de la cría y la capacitación directa al productor, constituyeron vías indispensables en los rendimientos actuales.
Lo que parecía al principio una quimera luego tuvo los primeros resultados palpables, pues la natalidad creció un 11 por ciento, y los pesos en el destete ascendieron de 110 hasta 162 kilogramos. Así, el primer ciclo del estudio cerró con un incremento de la producción de carne; al menos uno de los objetivos estaba cumplido.

EN TERRENOS DE...
El trabajo investigativo fue realizado en la Empresa de genética y cría Comandante Manuel Fajardo, de Jiguaní, en la Granja Cupeycito, asiento del mayor hato del ganado criollo en Cuba.
Aunque no se encuentra en peligro de extinción, debido al aumento considerable de dos mil 470 hembras, incorporadas a la reproducción, todavía esa suma no satisface las expectativas de la especialista, sus anhelos son mayores, según expresó a este semanario.
Sin embargo, aún siente algunos temores, al ver que una parte de esa masa ganadera ha sido entregada a Flora y Fauna, en Pilón, donde las condiciones climáticas no son las más recomendadas para la raza, alerta la investigadora.
El ganado de la provincia necesita de estrategias coherentes, que garanticen genotipos más ventajosos, la comida y el agua suficientes en la etapa de sequía, pues de no ser así esto causaría la muerte a miles de vacunos y el ascenso en los rendimientos productivos continuará siendo una preocupación de todos.
Es imprescindible tener en cuenta los aportes de este estudio y respetar sus recomendaciones, pues la falta de seguimiento por parte de los factores administrativos donde se implementó, obligará a reorganizar el trabajo y a utilizar recursos que pudieran emplearse en otras investigaciones, beneficiosas para la economía.

NUEVOS HORIZONTES
Ampliar los horizontes de ese rebaño constituye meta para María Isabel en su actual etapa investigativa.
"Mi sueño es ver al criollo en otro contexto geográfico, sacarlo de la Empresa genética, pero de una forma paulatina, y no descansaré hasta conseguirlo.
"Ahora el reto consiste en que se les vendan a los productores particulares de 15 a 20 animales jóvenes para que sean explotados en su triple propósito de productor de carne, leche y animal de tiro.
"Estoy convencida de que los rendimientos serán óptimos, pues, por ejemplo, cuando visité una finca en Holguín pude constatar que esta raza produce, sin lactar y con alimentación basada en pastos, hasta 12 litros de leche, y amamantando al ternero puede ofrecer ocho litros diarios por vaca.
"Allí la destinan a la producción de leche y carne y da buenos rendimientos. No se trata de quitarlo de la 'Manuel Fajardo' por un capricho, sino de trasladarlo hacia adonde aporte más."
La praxis nos ha demostrado cuánto debe cambiarse en la estrategia a seguir, si queremos un país más desarrollado, en lo cual la ciencia tiene mucho que decir, y es preciso escucharla.
María Isabel, como muchas mujeres cubanas, representa un baluarte en esa batalla en defensa no solo de lo útil, sino también de lo autóctono.

Por Danelia Acosta / Foto Cortesía de la entrevistada.

Fuente: http://www.lademajagua.co.cu/index.php/component/content/article/68-1ra/18275-la-mujer-en-la-ciencia-defensora-de-lo-autoctono

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