La identificación animal, una herramienta al servicio de la trazabilidad

Durante la última década del siglo XX y los primeros años del siglo XXI, se instaló una gran crisis de confianza sobre los productos de origen animal, fundamentalmente a raíz de la aparición de los primeros casos de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB o BSE, por sus siglas en inglés). AUTOR: Emiliano Gabriel Gräve, veterinario de la Dirección de Control de Gestión y Programas Especiales, de la Dirección Nacional de Sanidad Animal del Senasa.

Esta crisis de confianza trajo aparejado el aumento de las exigencias de controles sanitarios y de trazabilidad sobre los productos de origen animal. En ese sentido, una de las herramientas de las que se valieron los diferentes países para mejorar los sistemas de trazabilidad animal es la identificación animal.

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Esta crisis de confianza trajo aparejado el aumento de las exigencias de controles sanitarios y de trazabilidad sobre los productos de origen animal. En ese sentido, una de las herramientas de las que se valieron los diferentes países para mejorar los sistemas de trazabilidad animal es la identificación animal.

La experiencia argentina

En la Argentina, los primeros registros de identificación animal datan de fines del siglo XIX y, desde esa época hasta la actualidad, se han utilizado diversos sistemas de identificación: marca a fuego, señales, tatuajes, caravanas y microchips (identificación electrónica). A fines de los años ’80 y principios de los años ’90 del siglo XX, se popularizó el uso de las caravanas plásticas, herramienta que actualmente forma parte fundamental del sistema nacional de identificación animal.

El sistema vigente de identificación bovina se creó en el año 2006 (Resolución SAGPyA Nº 103/2006) y se implementó a partir del 1 de enero del 2007 (Resolución Senasa Nº 754/2006). Todos los terneros nacidos a partir de ese momento o que quisieran ser movilizados, deben estar previamente identificados con su correspondiente caravana tarjeta en la oreja izquierda y caravana botón- botón en la oreja derecha.

La identificación individual de cada ternero o ternera es de carácter obligatorio y conducirá indefectiblemente a que, con el correr de los años, no exista ni un sólo bovino sin identificar en el territorio nacional. Las estadísticas de compras de caravanas indican que, reposición mediante, para inicios del año 2012 estará identificado el 100% del rodeo bovino nacional.

Procedimiento de identificación bovina

Como requisito previo a la identificación animal, los productores deben estar inscriptos en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renspa) y haber obtenido la Clave Única de Identificación Ganadera (CUIG).

Una vez que se ha obtenido el Renspa y la CUIG, cada productor debe realizar la compra de caravanas, que se realiza exclusivamente en aquellas empresas habilitadas y certificadas para su fabricación y venta. Una vez realizada la compra y aplicación de las caravanas, se las debe registrar en la base de datos del Senasa, a través de la cual se cotejarán las caravanas declaradas al momento de gestionar los documentos que amparan el tránsito de los animales.

Actualmente, es obligatorio que todos los animales correspondientes a las categorías menores (terneros, terneras, novillitos y vaquillonas) se encuentren identificados con sus correspondientes caravanas.

Identificación bovina en números

Durante el primer año de implementación del actual sistema de identificación bovina se vendieron 18.116.600 caravanas (gráfico 1). Durante el segundo año de vigencia del sistema, las cifras de ventas sufrieron una disminución, llegando a venderse 14.817.299 unidades (gráfico 2). En el año 2009 se comercializaron 15.460.369 caravanas (gráfico 3). Durante el año 2010 se comercializaron 14.880.550 caravanas (gráfico 4). En lo que va del año 2011 se llevan comercializadas 9.677.230 caravanas (gráfico 5). La sumatoria de las ventas anuales de caravanas arroja un total de 72.952.048.

Tal como se observa en los gráficos precedentes, los picos de ventas de caravanas se registran durante los meses de enero, febrero, marzo y abril, momento coincidente con la época de destete de terneros en nuestro país.

Las expectativas indican que, si se mantiene el nivel actual de ventas de caravanas, durante el año 2011 se llegará al objetivo de identificar individualmente al 100% de los bovinos existentes en la República Argentina.

Identificación animal en otras especies

El Sistema Nacional de Identificación Animal no sólo abarca la identificación bovina. Actualmente, también se identifican mediante el uso de caravanas a los ovinos, equinos, búfalos y ciervos.

Los ovinos se identifican mediante caravana cuyo formato es libre (caravana tarjeta o caravana botón- botón). El sistema se implementó mediante la Resolución Senasa 876/2006, y es obligatorio para todos los establecimientos que envíen animales a faena. Desde su implementación se han comercializado un total de 2.165.260 caravanas.

Actualmente, es indispensable identificar a los équidos que se envían a faena para exportación. La herramienta de identificación elegida es una caravana botón-botón de color blanco en la oreja izquierda. Asimismo, todos los équidos que se remiten a faena deben hacerlo acompañados por un Documento Individual para el Registro de Tratamiento de los Équidos (Dirte). Desde la implementación de dicho sistema (01/04/2010), se han comercializado 232.190 caravanas.

Los búfalos se identifican exactamente igual que los bovinos y para ellos, rigen las mismas exigencias.

Finalmente, los ciervos deben identificarse de forma obligatoria en caso de que vayan a ser enviados a faena de exportación con destino a la Unión Europea. Los mismos se deben identificar mediante caravana tarjeta y botón- botón. Esta identificación se implementó mediante la Resolución Sagpya Nº 370/2006.

El futuro de la identificación animal

El futuro del Sistema Nacional de Identificación Animal se centra en alcanzar el 100% de los bovinos identificados, progresar con el proceso identificatorio de ovinos y equinos, sumar nuevas especies al sistema de identificación y seguir con la expansión del uso de tecnología electrónica aplicada a la identificación animal. El cumplimiento de estos objetivos, fortalecerá el sistema de trazabilidad animal y, en consecuencia, aportará mayores garantías para al proceso productivo agroalimentario argentino. 


Fuente: www.senasa.gov.ar

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