La CITES debate sobre el comercio de animales exóticas

La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) debatirá el comercio de mascotas exóticas como lagartos, iguanas, serpientes, tortugas o ranas, que ha florecido gracias a internet.

La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) ha abierto en Ginebra su 18º cumbre, en la que se debate modificar los niveles de protección de especies como la jirafa, el elefante, el rinoceronte o numerosos reptiles.

La también conocida como Conferencia Mundial sobre Vida Silvestre, que suele celebrarse cada tres años, reúne hasta el 28 de agosto a 3.000 expertos de las 183 partes firmantes del CITES (182 Estados y la Unión Europea) para debatir 56 propuestas de cambios en los niveles de protección.

Gran parte de los debates se centrarán en el elefante africano, ya que mientras varios países de África central buscan que se aumente la protección de este animal, otros más al sur en el continente piden una relajación de las restricciones.

Otro importante punto en la agenda es la limitación del comercio de mascotas exóticas tales como lagartos, iguanas, serpientes, tortugas o ranas, que ha florecido gracias a internet y pone en peligro a especies amenazadas en todo el mundo.

Una veintena de estos animales podrían ser incluidos en el apéndice 2 por este motivo, entre ellos la iguana de cola espinosa, cuyo hábitat se extiende desde México hasta Colombia, o las pequeñas ranas de cristal, también en buena parte de Latinoamérica y cuyo comercio quieren limitar Costa Rica, El Salvador y Honduras.

PROTECCIÓN DEL ELEFANTE Y LA JIRAFA

Naciones como Nigeria o Kenia proponen que las poblaciones de elefantes en Sudáfrica, Botsuana, Namibia y Zimbabue se trasladen del apéndice 2 de la convención (que implica cierta limitación del comercio) al 1 (que prohíbe toda transacción comercial al entender que un animal está en peligro de extinción).

Zambia, por el contrario, quiere que la población de elefantes en su país se traslade del apéndice 1 al 2, al entender que el número de ejemplares se ha estabilizado, mientras que Botsuana, Namibia y Zimbabue quieren ciertas exenciones para autorizar el comercio de trofeos de caza, animales vivos o ciertos productos de marfil.

Otro asunto a discusión será si incluir en el apéndice 2 a la jirafa, cuya población ha disminuido considerablemente en las últimas décadas debido a la pérdida de hábitat, algo que solicitan seis países africanos.

Por contra, México solicita relajar las medidas sobre su población de cocodrilo americano, que desde 1975 tiene el nivel máximo de protección por la sobreexplotación de su piel, y algo similar quiere Argentina con las vicuñas de su provincia de Salta.

Foto: Ejemplar de rana de cristal, una de las especies que podrían ver endurecidas sus condiciones de comercio.

Fuente: https://www.animalshealth.es

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