NEA: Investigan el potencial de biomasa para generar energía

Investigadores de la Facultad de Ingeniería realizan un relevamiento del potencial de la biomasa disponible en el NEA para su aprovechamiento en generación de energía. En especial buscan promover biodigestores y briquetas.

La biomasa es materia orgánica de origen vegetal o animal que puede ser aprovechada energéticamente. Las plantas transforman la energía radiante del sol en energía química a través de la fotosíntesis, y parte de esta energía queda almacenada en forma de materia orgánica.

En los últimos tiempos tomó relevancia el aprovechamiento de la biomasa, por un lado por posibilitar la utilización de residuos o desechos que son el descarte de actividades productivas-económicas, con sus implicancias ambientales, y a la vez por permitir la generación de energía de manera no convencional.

En la Universidad Nacional del Nordeste, un grupo de investigadores de la Facultad de Ingeniería cuenta con larga experiencia en el estudio de Energías Renovables y su aplicación a nivel local y regional.

Sobre la base del conocimiento generado, los investigadores pusieron recientemente en marcha un proyecto denominado “Biomasa de la región NEA, cuantificación, evaluación y caracterización. Procesamiento ecológicamente sustentable: pirólisis, biodigestores, briquetas”, aprobado por la Secretaría de Ciencia y Técnica de la UNNE.

“Queremos estimar cuánta energía se puede obtener de la biomasa de la región” explicó a la Revista El Universitario, el ingeniero Pablo Martina, Director del proyecto y referente del grupo Grupo de Investigación y Desarrollo de Energías Renovables (GIDER).

Explicó que el GIDER y otros equipos de investigación y profesionales de la UNNE y la región vienen trabajando en la temática de aprovechamiento de biomasa, por lo que el proyecto pretende clasificar y organizar la información sobre el potencial energético de los principales residuos orgánicos de la región nordeste, como restos de maderas, producciones agrícolas, residuos cloacales, entre otros, a fin de promover su aprovechamiento.

En ese sentido, los investigadores del GIDER realizan estudios de Laboratorio para caracterizar los residuos y estimar las posibilidades de aprovechamiento de cada material a través de distintas vías de generación de energía, en especial a través de biodigestores y briquetas.

“Una forma de evaluar energéticamente un residuo es considerar por una parte su disponibilidad, y por otra parte conocer su poder calorífico o potencial de producir biogás” explicó Martina a El Universitario.

Los biodigestores son un sistema de autogeneración de energía, por medio de recipientes cerrados en los que se acumulan residuos orgánicos que al fermentar bajo ciertas condiciones generan gas metano.

En Argentina las experiencias de biodigestores no logran expandirse, en menor medida aún en la región nordeste, no obstante los investigadores de la UNNE destacan la necesidad de promover esta tecnología sencilla y económica.

“La utilización de biodigestores implica una cuestión cultural. Otros países tienen en su idiosincrasia ancestral juntar y aprovechar los residuos orgánicos a través de biodigestores” señaló el investigador del GIDER.

En tanto, la otra fuente de generación promovida son las briquetas, un combustible a partir de material residual de alto poder calorífico que se utiliza como generador de calor. Las briquetas permiten un poder calorífico similar a la leña tradicional, y tiene otras ventajas como dejar menor cantidad de cenizas, menores olores y humo, además de aprovechar residuos y evitar la tala de árboles.

Los investigadores de la UNNE están realizando estudios de briquetas con aserrín, cascarilla de arroz, hojarasca, carbonilla, residuo de algodón, entre otros residuos. En el proceso, los residuos se compactan con otro producto aglomerante, como ser almidón, agua, etc., para quedar con forma cilíndrica o de bloques para luego ser quemados como leñas.

En las briquetas se mide poder calorífico, humedad, nivel de carbono fijo, cenizas, materias volátiles, aglomerantes y el tiempo en que empieza a quemarse, entre otros indicadores estudiados.

Estos son indicadores importantes para quienes compran o utilizan las briquetas, pues algunos priorizan el poder calorífico o intensidad del fuego que generan, otros buscan briquetas con baja producción de cenizas, otros prefieren que se queme rápido, por lo cual todas las cualidades de las briquetas deben analizarse un estudio de investigación.

“Las briquetas representan un gran potencial para nuestra región” remarcó Martina y comentó que los resultados de estudios realizados en la UNNE demuestran la calidad de briquetas que se pueden realizar con los residuos de la región.

Indicó que en muchas actividades productivas, como madera, arroz, algodón, los residuos generan problemas ambientales al quedar acumulados al aire libre o ser quemados a cielo abierto.

“Tanto en biodigestores como briquetas proponemos la utilización de los residuos orgánicos para lograr a partir de ellos una fuente de energía barata, no contaminante, fácil de usar y que esté al alcance de todos” resaltó el Director del Proyecto.

Sostuvo que en los estudios se trata de determinar cuál es la mejor forma de aprovechamiento de un residuo de acuerdo a sus características físico-químicas, pero también se identifica la mejor forma de aprovechamiento sin afectar el ambiente.

Fuente: http://www.chacodiapordia.com

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